El poder del color

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Estamos rodeados de colores, nos despiertan los sentidos, nos seducen y nos atacan… los colores son un regalo que potencian nuestra sensualidad, espiritualidad y sentimientos. Su lenguaje es muy poderoso y es una gran herramienta que, bien usada, nos puede ayudar a enviar un mensaje u otro al consumidor.

Estamos rodeados de colores, nos despiertan los sentidos, nos seducen y nos atacan… y aunque es un hecho más relacionado con la intuición, es en realidad el resultado de un proceso físico y muy arraigado en la evolución humana.

Se ha estudiado el color a través de la ciencia, las artes, la historia, la psicología y la antropología y su historia se remonta a los orígenes del tiempo.

Vivimos en un universo repleto de energía electromagnética, ondas luminosas, ondas radio eléctricas, micro ondas, rayos equis, rayos gammas y algunas formas de radiación… y si analizamos esto a través de un ordenador, se traduce en nubes de colores impresionantes. Los colores en física dan datos muy relevantes sobre otras características. Así, por ejemplo, sabemos que los animales irradian color cuando tratan de seducir o bien mostrar su veneno.

Newton realizó una operación quirúrgica a la luz, descomponiendo la luz blanca a través de un prisma donde cada una de estas impresiones tiene una longitud de onda y pueden combinarse entre sí para dar lugar a nuevos colores.

El uso del color en la comunicación

De este modo, el color es luz y por tanto energía que, al ser captada por los órganos de nuestros sentidos, estimula el cerebro (totalmente conectado a los ojos). Las diferentes longitudes de onda captadas por nuestra retina se convierten en impulsos eléctricos que llegan al sistema nervioso, específicamente al hipotálamo, centro rector de los procesos hormonales y endocrinos. Estas señales desencadenan estados diversos en el organismo: tristeza, alegría, excitación, rabia, entre otros.

Goethe se adentró en el análisis de la relación existente entre el color y el alma. Así, hoy día se sabe que el color influye en los sentimientos, lo que abrió camino a la expresión plástica de numerosos artistas del siglo XX de la Bauhaus, Kandinsky o Paul Klee.

De esta manera, podemos decir que los colores son un regalo que potencian nuestra sensualidad, espiritualidad y sentimientos. Su lenguaje es muy poderoso y es una gran herramienta que, bien usada, nos puede ayudar a enviar un mensaje u otro al consumidor.