¿Cómo ha evolucionado el paradigma laboral? y la importancia de la motivación interna

paradigma-laboral
Por mucho tiempo se ha dado por supuesto que el cliente es el eje central de la empresa, a cuyas necesidades e intereses siempre se debe responder. Sin embargo, ¿qué hay del motor que le da vida a una empresa, aquel que día a día da la cara al cliente? El equipo es la energía necesaria para sacar adelante la empresa.

En iMades hemos querido hacer una reflexión sobre la evolución del paradigma laboral y la importancia de la formación en la empresa para incentivar y motivar a las empleadas y empleados. Ya que cuidar del personal juega un papel vital para un buen clima organizacional y la obtención de mejores resultados.

Un poco de historia del trabajo

Como menciona Peter Drucker, el trabajo es tan antiguo como el ser humano. Al principio, era una forma de supervivencia para poder adquirir comida. Seguido a esto se abrió paso en el Paleolítico y Neolítico con la agricultura y la caza.

En la Antigüedad, el trabajo era realizado por esclavos. Había artesanos, pero éstos no tenían patrones definidos, tenían clientes que pagaban por sus servicios.

En la Edad Media no existía la noción de trabajo. La relación laboral que existía entre las personas era una relación esclavizador-esclavo. La servidumbre no trabajaba para recibir una remuneración, sino para tener el derecho a vivir en las tierras de su señor.

En la Edad Moderna las cosas empiezan a cambiar. Además de las empresas familiares, había talleres con muchos aprendices que recibían vivienda y alimentación. La evolución del trabajo da un paso adelante y es por esta época cuando se comienza a formular el concepto de trabajo.

Es en Revolución Industrial cuando la noción de trabajo toma su forma, ya que la mayor parte de la población no tenía ni herramientas para trabajar ni artesanos. Siendo así, las personas se vieron obligadas a ofrecer su trabajo como moneda de cambio.

5 aspectos fundamentales del paradigma laboral actual

Así como la historia nos muestra cambios que responden a las diferentes necesidades que acrecientan a la sociedad, la forma de trabajar y las necesidades de los empleados han ido variando a lo largo de los años, desde diferentes perspectivas.

En la empresa, la experiencia del empleado ha llegado para quedarse. Es la denominada Employee Experience, todo un proceso que incluye desde el momento de selección de la persona candidata, hasta la interacción con la compañía como parte del proceso. Se trata de la experiencia que vive a diario el empleado en su puesto de trabajo: Si dicha experiencia es positiva, el trabajador será más productivo y creativo y su compromiso con la compañía aumentará de forma notable.

La Employee Experience debe ser uno de los pilares de cualquier empresa pues comporta numerosas ventajas para la misma. La más importante es la de mantener un equipo sólido, motivado y  satisfecho. La segunda, supone una productividad mayor en todos los sentidos, en producto y servicios. Y, además, supone una rotación del personal mucho más baja, menos posibilidad de absentismo y de bajo rendimiento.

Con estas premisas, ¿cuáles son las 5 características más relevantes del paradigma laboral actual?

1. Jornadas flexibles

La flexibilidad a la hora de enfocar una jornada laboral es necesaria, tanto por parte de la persona trabajadora como de la propia compañía. En este sentido, poder distribuir el tiempo de forma coherente a las necesidades tanto personales como profesionales, y conseguir un equilibrio entre todo, es fundamental. Incluso, tras la pandemia, sea visto que optar por el teletrabajo en la medida de las posibilidades es un acierto, ya que se le permite al empleado poder trabajar desde una cafetería, en otra localidad o desde su casa permitiéndole ahorrar tiempo de viaje y brindarle la oportunidad de conciliar, para disfrutar de su familia o de su vida personal.

2. La retroalimentación de todos cuenta

Muchas empresas han empezado a implementar la comunicación vertical ascendente y descendente, o incluso la organización horizontal de la compañía. Este tipo de estructuras permiten una comunicación más efectiva entre todas las personas implicadas: permite a los empleados ser parte integral de los diferentes procesos que se lleven a cabo, donde su opinión se toma en cuenta para las decisiones que se tomen. 

Ya no hay ninguna justificación para excluir a las personas de interactuar y participar con otras personas debido a la jerarquía. Así mismo, hay nuevas plataformas colaborativas que están haciendo esto especialmente hoy en día.

3. La experiencia de empleado

Como decíamos, una de las bases del nuevo paradigma es la experiencia que vive a diario el empleado en su entorno de trabajo, en el que interactúa con diferentes personas y ámbitos, todos ellos fundamentales para el resultado final. El capital humano pasa a ser el activo más valioso de las empresas.

4. Mujer y liderazgo

Todos los protagonistas del panorama profesional siguen luchando por la igualdad real de hombres y mujeres en el paradigma laboral actual. Esta lucha, entre otros procesos, se centra en destruir los estereotipos marcados por la sociedad con respecto a las profesiones que puede desempeñar la mujer. Poco a poco algunas empresas han implementado planes de igualdad, en los que desarrollan iniciativa como la contratación equitativa para determinados puestos jerárquicos, ideas contra la brecha salarial o contra el techo de cristal. La lucha ha sido y seguirá siendo constante para tratar de erradicar esa cultura machista, patriarcal y degradante.

5. La incorporación de la comunicación inclusiva

La comunicación inclusiva es uno de los grandes retos en las compañías. La implementación de una comunicación que se dirija a todas las personas, con el objetivo de que se sientan interpeladas, sin distinción en función de posibles discriminaciones, es fundamental para la buena imagen corporativa pero también porque la empresa es un agente socio económico de relevancia.

Para ello es muy importante tener diseñados planes de inclusión, en los que la comunicación es protagonista indiscutible.

En iMades diseñamos estos planes de Comunicación inclusiva en todos los ámbitos, para que nunca existan discriminaciones en una compañía motivadas por el sexo, la raza, los rasgos étnicos y culturales, la orientación sexual, la discapacidad o diversidad funcional o incluso la salud mental.

Ahora bien, una vez analizado los puntos anteriores, ¿cómo lograr motivar a los empleados de una compañía según el paradigma profesional actual?

Al margen de las buenas condiciones laborales que toda persona empleada espera, existen necesidades e intereses que deben ser equilibrados en función de un mejor desarrollo de su potencial. Algunas propuestas son las siguientes:

Respetar su tiempo: El horario de oficina o teletrabajo se estipula desde el inicio del contrato, sin embargo en muchos casos se suele trabajar más de las horas estipuladas. Un reconocimiento a estas horas por medio de horas acumuladas para obtener un día o tarde libre le permite al empleado mantener un balance en su vida personal y laboral.

Darles autonomía: Delegar tareas no siempre es fácil, en función de trabajar en equipo es una forma demostrarle a los colaboradores que se les tiene la confianza suficiente para que ejerzan sus conocimientos y destrezas en diferentes asignaciones. Sentirse retado genera valor y aumenta la autoestima.

Refuerzo verbal positivo: Además de dar feedback con los aspectos por mejorar brindar comentarios positivos por el buen desempeño del trabajo o metas alcanzadas recalca la importancia que tiene el trabajador para la empresa, así como de su valor para la misma.

Posibilidad de ascenso: Los retos y la idea de llegar un poco más lejos siempre son representan una idea incentivadora. El poder darle la posibilidad de crecimiento dentro de la empresa a un empleado significa que ha madurado tanto en conocimientos y experiencia por lo que no sólo es un beneficio para el propio colaborador sino también para la empresa misma para el proceso de formación interna.

Formación: Las necesidades e intereses del cliente están en constante cambio. El mundo en general cambia día con día y la organización no se puede quedar atrás. Constantemente hay nuevos cambios en políticas, en tecnología, metodología, procesos, entre otros, de los cuales debemos estar al tanto por lo que brindarle a los empleados espacios para la formación así como invertir en becas o cursos resultan de mucho valor agregado que se verá reflejado en la labor que cada uno desempeñe. Les permitirá no solo ser una pieza clave dentro de la compañía sino también tener la posibilidad de asumir nuevos roles, ampliar su curriculum y ser una pieza clave de innovación.

Tomando en cuenta la información detallada anteriormente,  el cambio es una constante en la vida, por lo que las empresas están empezando a tomar acción y algunas incluso tomando la iniciativa en pro de sus equipos. Es evidente que ya que se han dado cuenta no solo de la importancia de éstos para la empresa, sino también en miras a la evolución y desarrollo de una empresa más arraigada al empleado.

¿Cómo ha ido evolucionando el paradigma laboral en tu empresa? ¿Qué te motiva a seguir yendo a trabajar cada día?