Autor: Raquel Frutos, Consultora de Relaciones Públicas y Comunicación Corporativa en iMades Communication
La pandemia del Covid-19 provocó que los últimos años estuvieran marcados por la incertidumbre y por la dificultad para realizar predicciones empresariales, también en el ámbito de la comunicación y el marketing. Sin embargo, conforme el tiempo ha ido pasando se ha empezado a vislumbrar cuáles serán las áreas a las que las marcas deberán prestar atención para dirigir sus inversiones a lo largo de 2023. A continuación se enumeran aquellas tendencias que parece que llegarán para quedarse:
Metaverso, una realidad
Esta palabra comenzó a sonar con intensidad en los últimos años por ser el escenario más prometedor para el marketing del futuro. Más allá de una mera ilusión, 2023 se postula como el año en el que las marcas comenzarán a centrar sus esfuerzos en el desarrollo y aplicación de tecnologías inmersivas, como por ejemplo la realidad virtual, para poder conectar con sus usuarios en este nuevo espacio digital y generar así nuevas oportunidades de consumo.
Así, a medida que el metaverso vaya contando con una interfaz más sencilla y accesible, y con nuevas funcionalidades, es previsible que las marcas comiencen a emplearlo en determinadas áreas de desarrollo de negocio para establecer nuevas relaciones con sus stakeholders, ya sea a modo de centro de pruebas de comportamiento social o bien como un centro digital para la colaboración diaria de los trabajadores.
Auge de los podcast
Este formato de audio goza de una aceptación cada vez mayor entre los españoles, especialmente entre los más jóvenes. De acuerdo con un estudio de la IAB, la mayor asociación mundial de comunicación, publicidad y marketing digital, 6 de cada 10 usuarios mayores de 16 años escuchan podcast, una tendencia que no deja de crecer.
En consonancia con ello, las marcas están ya realizando una apuesta en firme por ofrecer contenidos en audio a sus clientes y este esfuerzo se hará más evidente a lo largo de este año, cuando se espera que cada vez un mayor número de ellas genere su propio contenido para generar cercanía con sus seguidores y fidelizarlos.
Apuesta por eventos híbridos
Realizar eventos únicamente de forma presencial es una práctica que está cayendo en desuso conforme la disponibilidad de plataformas digitales no deja de aumentar. Así, combinar la presencialidad con el formato virtual va a ser la nota predominante en 2023 con el fin de maximizar la diversidad de experiencias únicas de las que pueden disfrutar los asistentes, así como lograr alcanzar un número mayor de ellos.
Acciones como asistir a un evento y poder interactuar a su vez a través de aplicaciones, ya sea enviando preguntas a los protagonistas, participando en sorteos u otras opciones se convertirá en habitual.
Streaming como valor añadido
En consonancia con la tendencia anterior, las transmisiones en directo serán cada vez más habituales para crear una conexión entre el cliente potencial y la marca debido a los resultados positivos que se ha demostrado que con ello se consigue, como es una mayor confianza en los productos. No en vano, hay estudios que afirman que el 90% de los clientes potenciales confían más en la información que se transmite en un vídeo a la hora de comprar un producto.
Campañas de comunicación transmedia
Al igual que sucede con la organización de eventos, las campañas de comunicación y marketing que se lleven a cabo por parte de las empresas y de las agencias habrán de ser transmedia, esto significa que se llevarán a cabo a través del mayor número posible de canales online y offline. Esto permitirá a las empresas una mayor interacción con los usuarios, un incremento de la viralización de los contenidos y un mejor posicionamiento en el mercado frente a los competidores.
Salvaguarda de la reputación
El entorno digital y las redes sociales se han convertido en la principal amenaza para la salvaguarda de la reputación corporativa de las empresas. Estas son cada vez más conscientes de ello y del peligro que supone el tener una mala imagen en Internet para sus negocios, los cuales pueden sufrir pérdidas considerables por la caída de la confianza de los consumidores que ello genera. Debido a ello, las compañías destinarán una mayor partida presupuestaria en el uso de herramientas de escucha activa para monitorear lo que se habla sobre ellas en sus redes sociales, para la contratación de perfiles expertos en comunicación y social media, así como en agencias de comunicación.
Marketing de microinfluencers
Más allá de la inversión en campañas con influencers para alcanzar a grandes audiencias, en 2023 se observará una apuesta mayor por micro influencers y nano influencers, dada su gran capacidad de segmentación para acercarse a nichos objetivo y por los niveles más elevados de participación que generan entre sus seguidores. Además, una gran ventaja de estos influencers con un público minoritario es que el presupuesto que demandan es mayor en beneficio de las empresas que los contratan para sus campañas.
Diversidad, equidad e inclusión
Según diversos estudios europeos, un 70% de los consumidores quieren que las marcas se posicionen en temas y problemas sociales y políticos. De este modo, la industria de la comunicación y las relaciones públicas está obligada a evolucionar conforme al entorno social y a adoptar valores fundamentales que para el cliente se han convertido en una prioridad.
Y una de las cuestiones que más rechazan los consumidores es a las marcas que carecen de políticas sobre diversidad e inclusión. En este sentido, de acuerdo con un estudio publicado por la consultora McKinsey, las organizaciones que adoptan la diversidad como pilar esencial de su trabajo experimentan un aumento del 19% en los ingresos y una ventaja de rendimiento del 35%.